07.Economía circular, una respuesta para el objetivo de la sustentabilidad

La problemática ambiental a escala global, que se manifiesta en fenómenos de significativa complejidad tales como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad, requiere la reorientación de la economía hacia una nueva mirada, que contemple las interacciones de los sistemas productivos con la sociedad y el ambiente. 

El crecimiento económico de una sociedad debe estar enmarcado dentro del paradigma del “desarrollo sostenible” tal como el “Informe Brundtland” (“Nuestro futuro común” – Brundtland, 1987) lo define: “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”. La sustentabilidad que, lamentablemente, ha sido bastardeada a través de discursos sin acción ni contenidos reales, debe plantearse como el motor del cambio del modelo social y económico, siendo uno de los caminos posibles la economía circular y restaurativa. 

Comprender que es posible el desarrollo de una economía junto con la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, compatibles con las estrategias de sustentabilidad, es un desafío que puede encontrar respuestas en dicho camino.

El modelo económico clásico ha estado dominado por un modelo lineal que, lejos de plantear la sustentabilidad, apuesta a la producción y al consumo, basado en un desarrollo de productos a partir de materias primas, su comercialización y su desecho posterior en calidad de residuos. El escenario ambiental actual, producto de un uso insostenible de recursos, la pobreza y la necesidad del desarrollo requieren de una nueva mirada de la economía y del modo de hacer la misma. Esta nueva mirada implica una revalorización circular, donde la materia prima, los componentes y los productos mantienen su valor y utilidad en un planteo cíclico. 

Como respuesta a estos escenarios, se plantea la economía circular como una estrategia productiva basada en la producción y uso de productos, recursos o materiales elaborados de forma tal que los ciclos productivos no generen residuos, incorporando procesos repensados con etapas de recuperación y valorización de lo que antes se consideraban residuos y desechos.

De la mano del uso de energías renovables, el modelo circular permite la creación de capital económico, natural y social, dando respuestas así a la sustentabilidad.

Básicamente,  tres principios básicos son los motores de este modelo:

  1. El concepto de la eliminación de los residuos productivos (rediseño productivo y valorización), así como de impactos negativos ambientales (no contaminación).
  2. Mantener productos y materiales en uso.
  3. Regenerar sistemas naturales. Ello implica la necesidad de contar con conocimientos  sobre ciclos técnicos y biológicos, manteniendo así la mirada circular.

Sin embargo, la generación de espacios productivos basados en economía circular no es sencilla.  Todavía faltan respuestas. Un eje importante es la transición energética, como cambio estructural a largo plazo en los sistemas energéticos. ​La descarbonización del sistema energético, junto con la generación y uso de fuentes energéticas limpias, son una deuda pendiente que deberá cobrarse en tiempos cercanos, y podrá ser un fuerte motor de la economía circular.

Otra cuestión a tener en cuenta es la conciliación entre los principios de la calidad y los productos y servicios desarrollados dentro de los marcos de economía circular. Es necesario que el desarrollo de los marcos de normalización proporcione herramientas que faciliten la implementación, de manera práctica, de normas para generar espacios de competencia y competitividad económica. Las normativas, tanto en orden local (nacional) como internacional,  se plantean desarrolladas en forma transversal al resto de las normativas que conforman cada uno de los sectores económicos y productivos. Sin embargo, requieren de una mirada de capacitación y costos para poder dar cumplimiento a los requisitos descriptos en ellas y presentarse como herramientas para el fomento del cambio productivo.

En resumen, la economía circular puede asociarse tanto a productos y servicios como a materiales y procesos, e implica una consideración global del sistema en la que se priorizan medidas como valorización de los productos, componentes y materiales, reuso de materiales, capacitación y conocimientos, tanto de los procesos productivos como biológicos, y cambios en el comercio, así como en los impactos positivos sociales. 

Descarga ya la Revista del 30 Aniversario de la FEV

Descarga ya la Revista del 30 Aniversario de la FEV

A través de sus páginas accederás a nuestro recorrido a lo largo de estas tres décadas. Esperamos que sea tan grato leerla como lo fue para nosotras y nosotros realizarla.

 ¡Hasta la próxima! 

Saludamos Fundación Espacios Verdes por su 30º aniversario