03.COVID-19: La pandemia que cambió al mundo

– Andrea Truffa – Docente y Comunicadora Ambiental. Profesora de Biología con postgrados en Enseñanza de las Ciencias y en Educación Ambiental. Estudiante avanzada de Comunicación Social. Escribe artículos para para el portal ecopensante.com

A fines de 2019, en la ciudad china de Wuhan, se detectaron los primeros casos de una neumonía atípica cuyo agente desencadenante era un coronavirus no conocido hasta ese momento. Apenas unos meses después, en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la pandemia del COVID-19, con miles de casos en todo el mundo.

En una carrera a contrarreloj, se desarrollaron vacunas en tiempo récord y se propusieron diversas medidas en cada país con la intención de superar la crisis mundial. Se pensaron y discutieron soluciones, pero la modificación de las acciones que posiblemente la desencadenaron aún está pendiente.

El COVID-19 es una enfermedad de origen zoonótico, es decir, es una patología que se transmite de animales (no humanos) a las personas. Quizá sea el ejemplo más tangible, pero no es el único caso: de acuerdo con la OMS, el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes tienen este origen y seguirán surgiendo otras en el futuro si continuamos con el estilo de vida que llevamos hasta ahora.

A mediados de 2020, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó un reporte destinado a informar sobre las causas de esta pandemia y a describir posibles medidas para prevenir otras. De acuerdo con esta publicación, las actividades humanas han impulsado la aparición de nuevas zoonosis por lo que, además de buscar soluciones momentáneas, es imprescindible comprender los factores que las propician y subsanarlas si no queremos seguir repitiendo la historia.

Los estudios epidemiológicos indican que existen diferentes condiciones que favorecen el surgimiento de estas enfermedades. El crecimiento poblacional ha ido de la mano de actividades no sustentables que disminuyen los entornos naturales y aumentan el contacto con animales silvestres y con microorganismos. Algunos de estos pueden saltar entre especies y ser potencialmente patógenos (es decir, desencadenar enfermedades), incluso pueden mutar y así surgir nuevas cepas como se ha observado que está ocurriendo. En caso de que una enfermedad aumente su número afectando a muchas personas, estamos en presencia de una epidemia, y si la misma se extiende a otros países y continentes se convierte en una pandemia.

Entre dichos factores desencadenantes de origen humano, se puede mencionar la actividad agrícola y ganadera industrial, la explotación de especies silvestres para la caza o el comercio, la utilización insostenible de recursos naturales, la deforestación, el transporte y el cambio climático que acentúa aún más esta situación, afectando a la supervivencia y distribución de microorganismos, vectores o huéspedes.

La perturbación de los ambientes aumenta la exposición de las personas a reservorios de agentes patógenos, además de generar presión sobre las especies silvestres y muchas veces favorecer a otras oportunistas.

Las políticas que se implementen deben considerar un enfoque que integre la salud humana, animal y ambiental comprendiéndolas como “una sola salud”. La respuesta está en desarrollar estilos de vida sustentables, que prioricen la protección de la biodiversidad y la conservación de los ambientes naturales, como pilares del equilibrio ecológico y social (por ejemplo, como ocurre con los sistemas alimentarios agroecológicos).

Esta pandemia marcó un hito en nuestras vivencias, obligándonos a repensar el concepto de “normalidad”. Tenemos la esperanza de que la superaremos (aunque, lamentablemente, con grandes y dolorosas pérdidas). Esperemos que la experiencia de haber transitado estos tiempos difíciles nos otorgue, en un futuro no muy lejano, las herramientas para no repetir otra situación similar; para esto es imperante entender las causas y corregirlas. Habrá que construir una nueva (y mejor) realidad desde el sentir colectivo. El horizonte debe estar puesto en cambiar nuestra relación con la naturaleza, donde pensemos en una salud integral, que no disocie a nuestra especie del ambiente.

Descarga ya la Revista del 30 Aniversario de la FEV

Descarga ya la Revista del 30 Aniversario de la FEV

A través de sus páginas accederás a nuestro recorrido a lo largo de estas tres décadas. Esperamos que sea tan grato leerla como lo fue para nosotras y nosotros realizarla.

 ¡Hasta la próxima! 

Saludamos Fundación Espacios Verdes por su 30º aniversario